Las mujeres han enfrentado desafíos diferenciados que no suelen ser reconocidos. El cumplimiento de la Resolución 1325 supone el fortalecimiento de los procesos de desarme, la inclusión de las mujeres en espacios de decisión y participación, desde un enfoque diferencial y territorial con análisis interseccionales que permitan dar respuesta integral a sus necesidades individuales y colectivas en los procesos de reincorporación.
El Acuerdo de Paz de Colombia es una buena práctica global y una experiencia emblema de aplicación de los principios y líneas de acción de la Resolución 1325. El acuerdo no solo contiene la igualdad de género como uno de sus más importantes principios, sino que también especifica más de 100 medidas afirmativas para promover la igualdad de género, estipula la participación de las mujeres y sus organizaciones en la consolidación de la paz y reconoce su victimización como resultado del conflicto armado. (ONU MUJERES, junio 2020)
Medidas afirmativas como la inclusión de indicadores de seguimiento al enfoque de género en la reincorporación en el CONPES 3931, hacen parte de los mecanismos para garantizar el seguimiento en la política de reincorporación a partir de acciones relativas a la participación política, la autonomía económica mediante la vinculación en los proyectos productivos, el acceso y la atención de los derechos fundamentales integrales (la educación y los sexuales y reproductivos), estrategias de seguridad y protección para las excombatientes y reincorporadas, de prevención, de atención y sanción contra las violencias, y el acompañamiento psicosocial con enfoques territorial, étnico, de género y de derechos de las mujeres.